Esta cámara oculta está instalada en la habitación del hotel. Esta esposa coreana es muy regordeta, tiene mucha hambre sexual. Después del juego previo, montó sobre la polla del hombre, que estaba completamente insertada en la vagina, y gimió contenta. Ella no ocultó su deseo, retorció su trasero de un lado a otro, su clítoris se excitó, su vagina estaba muy húmeda y mucho líquido fluyó hacia la polla del hombre. Movía el culo hacia arriba y hacia abajo con fuerza, gimiendo fuerte cada vez que la insertaban, como una satisfacción sin precedentes, parecía que no había tenido sexo en mucho tiempo. Después de varias embestidas muy fuertes, gimió profunda y ruidosamente, y luego apretó su clítoris con fuerza, ¡tuvo un orgasmo! Orgasmo muy perfecto, lleno de deseo primitivo!